Sant Jordi, día no festivo.

Que idílico cuando se piensa. Libros, flores, cultura, belleza. Eso si pasamos por alto la cantidad de gente que puede llegar a estar en un metro cuadrado de La Rambla. Aún con estas premisas uno de los bombineros se acercó al centro barcelonés en busca de ambiente, pero decidió ir un poco más abajo, a la zona cultural de verdad.

En el Raval conviven culturas de muchos lugares en unos pocos hectómetros y esto se nota cuando se organizan eventos. Primero unos tenderetes de ropa 'jipiesca' a precio de oro, eso que no falte, y después los stands de la propia fiesta. Una pequeña parte del bombín estuvo allí. Pudimos ver puestos variados y bastante ambiente. Aunque todo fue un poco escaso nuestra visita resultó agradable.

Por lo menos pudimos ver niños leyendo y pintando, gente preguntando en los stands, reparto de panfletos de todo tipo, seguratas con pinganillo, gente famosa que no supimos reconocer y una orquesta tocando con un trombón gigante.

Eso sí, tras las paraditas de rigor para mirar libros, unas cervecitas cayeron por su sitio para mitigar nuestro esfuerzo. No penséis mal pero allí sentados con una cañeja en mano pensé:

- Lo que realmente me ha gustado es el lema que sale en la foto: El mundo en tu plaza.

El bombín azul